Esta ninfa es presa permanente de las truchas en toda la columna de agua. Son, en su desarrollo, tremendas depredadoras de todo lo que alcancen a atrapar. Son buenas nadadoras y se desplazan con movimientos ágiles, casi como los de un alevino. Pueden hacerlo con destreza y velocidad aún sobre las piedras o aquellas algas que se forman en el lecho del río o del lago elegido.
La forma de utilizarla pescando es, luego del lance, dejar profundizar la mosca y traer lentamente con tirones cortos, rápidos y espaciados, imitando el movimiento que estas ninfas realizan en sus desplazamientos.
Se la puede atar en la gama de los verdes o marrones |